SOS-SOPLO DE SANTIDAD



DIA 10








​ACTO DE CONTRICCIÓN 

En el Sagrado Corazón hallaremos el mejor consuelo 


Se hace aquí la meditación correspondiente a cada día del mes de junio.

1

 El pecado ha hecho de este mundo, que debería ser un paraíso anticipado,

una especie de infierno.  Las espinas con que a cada paso tropezamos nos punzan

dolorosamente y nos arrancan frecuentes gemidos.  Así que nada necesita tanto

el hombre durante su vida mortal como el consuelo.  Consuelo necesitamos

en los contratiempos de la fortuna, en los dolores de la enfermedad, en la pérdida

de los que amamos, en las dudas de la conciencia, en todos los momentos de la vida y,

sobre todo, en el muy crítico y angustioso momento de nuestra muerte.

¿Dónde mejor podemos buscar ese consuelo sino en el Corazón de Jesús?

 ¿No han salido de él aquellas amorosas palabras: “Vengan a mí todos los que están

cansados y afligidos y yo los aliviaré”? Oh, Jesús, único Consolador verdadero

de los corazones angustiados, ¿a quién iremos sino a Ti en nuestras horas amargas?

 Cuando los intereses mundanos nos dejan insatisfechos, cuando los amigos

se alejan, cuando las fuerzas faltan, ¿a quién acudiremos sino a Ti,

fuente infatigable de todo consuelo?



Se medita unos momentos



2


No obstante su presencia consoladora, es a Jesús a quien al final acudimos

en las horas de tribulación.  Primero son los amigos de la tierra que ese Amigo del cielo.

 Primero buscamos un desahogo en el pasatiempo que en la intimidad del Sagrario,

donde espera este misericordioso Consolador. ¿No llevamos ya bastantes desengaños?  

¿Qué herida o qué dolor nos lo ha calmado el mundo?  ¿Qué bálsamo hemos encontrado

en él para endulzar la amargura?  El mundo no está interesado en consolar

a los que padecen, sino en adular a los dichosos.  Solamente hay un asilo seguro

para los corazones heridos y es el herido Corazón de Jesús. Oh, Señor,

a tu Corazón nos acogemos, como al regazo de una madre amorosa, para que

nos abrigues en él con tu calor y nos defiendas y consueles.  Sólo Tú tienes consuelos

para nuestro atribulado corazón. Aléjense, consolaciones humanas:

vanas, inconstantes, mentirosas.  Son como una copa de licor cuyos bordes

parecen dulces, pero, en el fondo, sólo se beben los residuos amargos del desengaño.

 A Ti, Señor, únicamente buscamos; en tu Corazón queremos entrar

y ahí permanecer.  ¡Oh, Dios de todo consuelo!  En Ti y sólo en Ti

espera encontrar consuelo el desolado corazón del hombre...



                                 Se medita unos momentos  y se pide una gracia particular para este día


                           Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria, en recuerdo 
                         de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza, con que se apareció
                         el Sagrado Corazón a santa María Margarita Alacoque. Luego, se rezan las…


         LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


                      -Señor, ten piedad de nosotros.            R./lo mismo en cada uno                                               
                      -Cristo, ten piedad de nosotros.  
                      -Señor, ten piedad de nosotros.
                      -Cristo, óyenos. 
                      -Cristo, escúchanos.  


 
                      -Dios, Padre Celestial                                R./ ten piedad de nosotros ...en cada uno                                      -Dios Hijo, Redentor del mundo, 
                      -Dios, Espíritu Santo,
                      -Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, 
                      -Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, 
                      -Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo, 
                      -Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios, 
                      -Corazón de Jesús, de infinita majestad, 
                     -Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
                     -Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo,
                     -Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, 
                     -Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, 
                     -Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor,  
                     -Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, 
                     -Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, 
                     -Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, 
                     -Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, 
                     -Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros 
                      de la sabiduría y de la ciencia,
                     -Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la divinidad, 
                     -Corazón de Jesús, en quien el Padre se complace,
                     -Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido,
                     -Corazón de Jesús, deseado de las eternas colinas,
                     -Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia, 
                     -Corazón de Jesús, generoso para todos los que te invocan,
                     -Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad, 
                     -Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, 
                     -Corazón de Jesús, colmado de oprobios, 
                     -Corazón de Jesús, triturado por nuestros pecados,
                     -Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, 
                     -Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, 
                     -Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo, 
                     -Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
                     -Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
                     -Corazón de Jesús, víctima por los pecadores, 
                     -Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, 
                     -Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren,
                     -Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, 

          -Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,   R./ Perdonanos Señor
          -Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,    R./Escúchanos Señor
          -Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,    R./ten piedad de nosotros
         -Jesús, manso y humilde de Corazón,       R./Haz nuestro corazón semejante al tuyo.  


                                                                 
ORACIÓN FINAL 

                            Oh, Dios todopoderoso y eterno, mira en el Corazón de tu amadísimo Hijo 
                            las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece, 
                            y concede el perdón a estos hijos tuyos que piden misericordia en el nombre 
                           de tu mismo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, el cual vive y reina contigo
                           en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.Amén




                                          
  SAGRADO CORAZÓN DE JESUS

                                            EN VOS CONFÍO



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​​​       SOS-SOPLO DE SANTIDAD

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MINISTERIO CATOLICO MISIONERO DE EVANGELIZACION 

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       A DONDE MANDES IREMOS . . .


MINISTERIO CATÓLICO MISIONERO DE EVANGELIZACIÓN

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LO QUE NOS PIDAS...HAREMOS

LO QUE NOS PIDAS HAREMOS

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A A DONDE MANDES...IREMOS



Lecturas del Viernes de la 10ª semana del Tiempo Ordinario


Viernes, 10 de junio de 2016



Primera lectura


Lectura del primer libro de los Reyes

(19,9a.11-16):



En aquellos días, cuando Elías llegó a Horeb, el monte de Dios,

se metió en una cueva donde pasó la noche. 
El Señor le dijo: «Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!» 
Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hacía trizas las peñas

delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento,

vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto,

vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó

una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera

y se puso en pie a la entrada de la cueva. 
Entonces oyó una voz que le decía: «¿Qué haces, aquí, Elías?» 
Respondió: «Me consume el celo por el Señor, Dios de los ejércitos,

porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derruido tus altares

y asesinado a tus profetas; sólo quedo yo, y me buscan para matarme.» 
El Señor dijo: «Desanda tu camino hacia el desierto de Damasco y, cuando llegues,

unge rey de Siria a Jazael, rey de Israel a Jehú, hijo de Nimsí, y profeta

sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Prado Bailén.»

Palabra de Dios



Salmo responsorial


Sal 26,7-8a.8b-9abc.13-14

R/. Tu rostro buscaré, Señor

Escúchame, Señor, que te llamo; 
ten piedad, respóndeme. 
Oigo en mi corazón: 
«Buscad mi rostro.» 
R/. 

Tu rostro buscaré, Señor, 
no me escondas tu rostro. 
No rechaces con ira a tu siervo, 
que tú eres mi auxilio; 
no me deseches. 
R/.

Espero gozar de la dicha del Señor 
en el país de la vida. 
Espera en el Señor, 
sé valiente, ten ánimo, 
espera en el Señor. 
R/.



Evangelio


Lectura del santo evangelio según san Mateo

(5,27-32):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído el mandamiento

"no cometerás adulterio". Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola,

ya ha sido adúltero con ella en su interior. Si tu ojo derecho te hace caer,

sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero

en el infierno. Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque

más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno.

Está mandado: "El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio."

Pues yo os digo: El que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza,

la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.»



Palabra del Señor














Liturgia Viva del Viernes de la 10ª semana del Tiempo Ordinario



Viernes, 10 de junio de 2016



DIOS NOS RESTAURA 

Introducción 


La experiencia de Elías, tal como la vemos hoy en la palabra de Dios,

es una experiencia humana profundamente conmovedora. Dios se revela

a sí mismo como el Dios de vida y resurrección, tan pronto como una persona

descubre quién es en sí mismo al confrontarse con Dios a quien comienza

a entender un poco. Elías, fiel a Dios, formidable y fogoso profeta, se encuentra

con el fracaso, la desesperación y la persecución justamente al día siguiente

de su victoria. Duda de sí mismo, de su futuro, de su misión, de su pueblo,

y se retira a su interior, al desierto de sí mismo. Y es entonces cuando Elías

experimenta a Dios, no el Dios formidable de la tormenta, del terremoto y del fuego

-tal como él lo pintaba en su corazón-, sino el Dios encontrado en la suave brisa

que acariciaba su rostro. Esta experiencia del Dios viviente pone de nuevo a Elías

de pie y le da la fuerza para volver al pueblo y confiar de nuevo con esperanza

en el mismo pueblo y en el futuro. Porque ahora toma a Dios por lo que Dios es

. ¿Acaso no podría ser ésta nuestra propia experiencia? 

Colecta


Señor Dios nuestro, nos da miedo aceptarnos a nosotros mismos como somos,

con nuestras debilidades y, al mismo tiempo, con nuestra fuerza;

con nuestras cobardías y fracasos, pero también con nuestros nuevos proyectos.

Oh Dios bondadoso, tócanos, agárranos, derríbanos a tierra si es necesario,

para que te descubramos como fuente de vida, fortaleza y constante resurrección

por el poder de Jesucristo, tu Hijo, que vive contigo y con nosotros por los siglos de los siglos. 


Intenciones 


Para que la Iglesia sea la señal viva del amor de Dios para con su pueblo

por su preocupación por los más pobres entre nosotros, roguemos.


Para que los jefes y líderes del mundo se ocupen seriamente del bienestar

de sus subordinados y les proporcionen paz, justicia y dignidad, roguemos.


Para que nosotros aprendamos a aceptarnos a nosotros mismos tal como somos,

con todas nuestras faltas y debilidades, y a abandonarnos confiadamente

en las manos de Dios, roguemos. Señor.



Oración sobre las Ofrendas 


Señor Dios nuestro, fuente de vida: tu Hijo Jesús nos enseñó a ver tu voluntad

no en nuestra forma de pensar, sino en la tuya propia y en tu propio designio

sobre nosotros. Ya que él está ahora aquí con nosotros, le pedimos que nos ayude

con su palabra y con su cuerpo a doblegar nuestra voluntad a la tuya.

Y cuando nos sentimos heridos en nuestras luchas y decepcionados con los hermanos,

no nos permitas que nos retiremos a nuestro interior, sino mantennos firmes

proyectándonos hacia los demás, no a nuestro modo sino al tuyo; porque esa fue

la manera cómo se entregó Jesucristo. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión


Señor, Dios de nuestra esperanza, hemos aprendido de tu Hijo y de sus amigos íntimos

que la fe y la esperanza crecen en nosotros cuando son probadas en la lucha

y en el sufrimiento. Oh Dios bondadoso, ayúdanos a vencer nuestras luchas

porque son tus luchas en nosotros. Que tu Espíritu Santo irrumpa sobre nosotros,

como tormenta o como brisa; y concédenos experimentarte a ti, Padre, tal como eres.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. 


Bendición


Podríamos concluir esta celebración diciendo de nuevo:

¡El Señor está con ustedes! No olvidemos esto, especialmente cuando nuestra vida

o la misión que el Señor nos encomienda se tornan difíciles. Dios está allí,

y en él podemos confiar. Que Dios todopoderoso les bendiga,

el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.