​​​       SOS-SOPLO DE SANTIDAD

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MINISTERIO CATOLICO MISIONERO DE EVANGELIZACION 

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LO QUE NOS PIDAS...HAREMOS

       A DONDE MANDES IREMOS . . .


A A DONDE MANDES...IREMOS

SOS-SOPLO DE SANTIDAD

LO QUE NOS PIDAS HAREMOS

MINISTERIO CATÓLICO MISIONERO DE EVANGELIZACIÓN


“Quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro” 
(Eclo 6, 14 )


"No se demuestra en la prosperidad el amigo, ni queda oculto
 en la adversidad el enemigo." 
(Sir 12,8)


"Nunca te olvides del amigo fiel, y acuérdate de él 
cuando seas rico." (Sir 37,6)


"El amigo fiel es refugio seguro; quien lo encuentra, 
encuentra un tesoro; un amigo fiel no tiene precio
 ni se puede pagar su valor." 
(Sir 6,14-15)


"Hay quien hace promesas a su amigo por vergüenza, 
y se gana un enemigo sin necesidad." 
(Sir 20,23)





"Porque el Señor da la sabiduría, y de su boca viene  el conocimiento y la inteligencia.

El provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente".
Proverbios 2:6-7 

El principio de la sabiduría es el temor de Dios;los insensatos desprecian

la sabiduría y la enseñanza.
Proverbios 1:7 


 Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas;y todo cuanto se puede desear, 
no es de compararse con ella.Yo, la sabiduría, habito con la cordura,
y hallo la ciencia de los consejos. El temor del Señor es aborrecer el mal;
la soberbia y la arrogancia,el mal camino, y la boca perversa, aborrezco. 
Conmigo está el consejo y el buen juicio;yo soy la inteligencia; mío es el poder.
Proverbios 8:11-14

Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti,
haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;si inclinares tu corazón a la prudencia, 
si clamares a la inteligencia,y a la prudencia dieres tu voz; 
si como a la plata la buscares,y la escudriñares como a tesoros, 
entonces entenderás el temor de Dios, y hallarás el conocimiento de Dios. 
Porque Dios da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
Proverbios 2:1-6






..El que rescata del hoyo tu VIDA, 
El que te corona de favores y misericordia... 
Salmos 103:4


...por cuanto derramo su vida hasta la muerte,
 y fué contado con los pecadores...
 Isaías 53:12


...por que estrecha es la puerta, y angosto el camino 
que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan... 
Mateo 7:14


...Por que de tal manera, amo Dios al mundo, 
que ha dado a su hijo unigénito; para que todo aquel 
que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna... 
Juan 3:16












 Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera en mi camino
 (salmos 119:105) 

 Todos nosotros en algún momento de nuestra vida
hemos tenido  que hacer algunos cambios.

Muchas veces son cambios simples y otras veces cambios radicales.

En nuestra vida como cristianos  es necesario hacer un cambio radical para poder caminar
    hacia el Padre a través del camino que nos ha trazado Jesucristo. 
  Un cambio radical no es otra cosa que una conversión sincera,   continua y viva

que nos permita atraer a otros a la santidad  con nuestro testimonio de vida.

 Reina en mi la oscuridad, pero en Ti esta la luz;  Estoy solo, pero Tú no me abandonas; 
 Estoy desalentado, pero en Ti esta la ayuda.  Estoy intranquilo, pero en Ti esta la paz. 
 La amargura me domina pero en Ti esta la paciencia; 
 No comprendo tus caminos, pero Tú sabes el camino para mí





Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con el Señor, 
porque esto es justo: "Honra a tu padre y a tu madre"; 
que es el primer mandato con promesa: "Para que te vaya bien 
y dures largo tiempo sobre la tierra". 
Efesios 6: 1,2,3.


Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, 
sino sigan criándolos en la disciplina 
y regulación mental de Dios.
 Efesios 6: 4. 


Educa a tu hijo y aplícale al trabajo, no vengas a tropezar 
por sus torpezas. 
Ecio 30, 13. 


La vara y el castigo dan sabiduria, el muchacho consentido
 es la vergüenza de la madre.
 Prov 29, 15. 


Caballo no domado se hace indócil, y el hijo abandonado
 se torna díscolo. 
Ecio 30, 8. 











Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo,
 que si tuviereis fe como un grano de mostaza, 
diréis a este monte:
 Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Mateo 17:20


La fe es aferrarse a lo que se espera, es la certeza de cosas que

no se pueden ver.Hebreos 11:1

Existen tres cosas: la Fe, la Esperanza y el Amor,
 pero la más grande de todas es el amor
corintios 13,13

Sin fe es imposible agradar a Dios,
porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan.
Hebreos 11,6



​El don de la fe implica una respuesta continua para cultivar ese don,

ya que sin la fe no crece, se va enfriando y va desapareciendo.

La fe, como señala San Agustín, «se fortalece creyendo».

La vida de oración, recurrir a los sacramentos como son la Confesión

y la Eucaristía, estudiar los contenidos de la fe con el Catecismo, acudir

a sacerdotes y personas con experiencia, visitar iglesias y santuarios,

son medios a nuestro alcance para caminar y crecer en vida de fe.

Pero por encima de todo ello necesitamos pedir al Señor el don de la fe,

que nos ayude a fortalecerla y acrecentarla.



Una de las grandes riquezas y ayudas de la fe cristiana es que

caminamos juntos como una sola familia. Ningún crisitano avanza solo

por el sendero de la fe.

Como miembros de la Iglesia, nos apoyamos unos a otros y recibimos

de Ella las gracias y auxilios que necesitamos "hasta que lleguemos

todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios,

al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo (Ef 4,13). Juntos nos vamos perfeccionando.

Por eso cuando decimos "creo" estamos diciendo al mismo tiempo

"creemos".



Esa dimensión comunitaria de nuestra fe nos llena de alegría y esperanza.

Como dice el Catecismo: «yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe

de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros».

Por otro lado el cristiano «no puede pensar nunca que creer es un hecho privado».
Lo más natural es compartir lo que creemos. Cuando tenemos

algo valioso, algo que vale la pena, se lo decimos a todos nuestros familiares, amigos y conocidos.

Así como el sol no puede dejar de iluminar, el que lleva la llama de Cristo

no puede esconderla. Y no se trata de enseñar teoría, sino de presentarlo

como quien presenta a un amigo: "Te presento a Jesús", para que otro

pueda decir: "mucho gusto en conocerte".



Procuremos tambien que aumente nuestra humildad.

Porque sólo una fe humilde permite que miremos con visión sobrenatural.

Y no existe otra alternativa. Sólo son posibles dos modos de vivir en la tierra:

o se vive vida sobrenatural, o vida animal. Y tú y yo no podemos vivir

más que la vida de Dios, la vida sobrenatural. 

¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde el alma?.

¿Qué aprovecha al hombre todo lo que puebla la tierra,

todas las ambiciones de la inteligencia y de la voluntad?

¿Qué vale esto, si todo se acaba, si todo se hunde, si son bambalinas

de teatro todas las riquezas de este mundo terreno;

si después es la eternidad para siempre, para siempre, para siempre?














 Porque si ustedes perdonan a los hombres sus ofensas, 
también el Padre celestial les perdonará a ustedes. Mt 6 ,14

   "Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas

de mi hermano? ¿Hasta siete veces?"  Jesús le contestó:

"No te digo siete, sino setenta y siete veces siete. Mt 18 ,21-22

  Si tienen algo contra alguien, perdónenlo,  para que

su Padre del Cielo les perdone también a ustedes sus faltas." 

Mc 11, 25-26

   Mutuamente como Dios los perdonó en Cristo.  
 Como hijos amadísimos de Dios, esfuércense por imitarlo. 

Ef 4 ,32 





 






La palabra de Dios ha sido fuente de fortaleza, seguridad,

fe y esperanza para muchos.

Acudir a ella puede significar encontrarnos con Dios

y recibir de El el consejo y ayuda que estamos necesitando.

En estas citas bíblicas encontrarás algunas promesas de Dios

para tu vida. Léelas y medítalas una y otra vez en los momentos

de angustia o dolor y en los momentos de éxito, felicidad y paz.



¡Felices son tus hombres!; ¡felices son estos siervos tuyos
 que están de pie ante ti constantemente, 
escuchando tu sabiduría! 
(1 reyes 10:8)


Besen al hijo, para que Él no se enoje
y ustedes no perezcan del camino,
porque su cólera se enciende fácilmente.
Felices son todos los que se refugian en él.
(Salmo 2:12)


Felices son los que observan lo justo,
que hacen justicia todo el tiempo.
(Salmo 106:3)



Felices son los que en su camino están exentos de falta,
los que andan en la ley del Señor.
   Felices son los que observan sus recordatorios;
con todo el corazón siguen buscándolo.
 (Salmo119:1,2)





El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo y adhiriéndoos 

a lo bueno: amándoos los unos a los otros con amor fraternal; 
en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros;
Romanos 12:9 

 Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros.

Como os he amado, amaos también vosotros los unos a los otros.
Juan 13:34


Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; 
como estuve con Moisés, estaré contigo;

no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente;

porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra

de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. (Josué 1:5-6).


 Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía:

Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados.

Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
 Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, 
y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre

como malo, por causa del Hijo del Hombre.
Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón
 es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas.
 Mas !!ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo.
 !!Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre.

!!Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis  y lloraréis.
 !!Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!

porque así hacían sus padres con los falsos profetas.
Lucas 6,20-26