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MINISTERIO CATOLICO MISIONERO DE EVANGELIZACION 

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Algunos piensan que la santidad sólo puede caer sobre algunos  privilegiados “santos”
que vivieron en otras épocas y que por gracia de Dios fueron llamados y elegidos para ser Santos. 
La Santificación es lo que nos lleva a ser santos. Pero ¿Qué es santificar?
 Es acción y efecto de santificar o santificarse.





Cuando comprendemos que la santificación es un deseo de consagrarse

uno mism al Señor y Dios, y que es un deseo que proviene de nosotros mismos, el deseo de agradar a Dios en todo, de Servirle con todo el corazón, de ofrecernos a nosotros mismos como sacrificio vivo agradable a El,

es entonces cuando Dios derrama su Gracia sobre nosotros

y nos ayuda a vivir en Santidad, por medio de su Espíritu Santo.


Por nuestras fuerzas no podemos, pero con la ayuda de El, todo es posible.

“Y el mismo Dios de Paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu,

alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro

Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también hará”.

1a Tesalonisences 5:23-24 



El Señor, que es fiel nos ha llamado a ser santos, y esto con un fin, ser hallados irreprensibles para la venida del Señor, la cual como ya hemos hablado,

está a las puertas. 
También por medio de la santidad, podemos hacer la voluntad de Dios sobre nuestra vida 
en lo individual, y en lo general, como miembros del cuerpo

de Cristo. 

Pablo nos aconseja como llegar a la santidad de nosotros mismos, para lograr la armonía con el Dios de Amor, el Dios Santo.



“Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia,de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Soportándonos unos a otros, 

y perdonándonos unos a otros, si alguno tuviere queja contra otro. 
De la manera que Cristo nos perdonó, así también háganlo ustedes.

 Y sobre todas las cosas, vestíos de Amor, que es el vínculo perfecto.

 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que así mismo 

fuiste llamados en un solo cuerpo, y sean agradecidos”.  

Colosenses 3:12-15




“Santifícalos en tu verdad, TU PALABRA ES VERDAD”

Juan 17:17 

Cuando nuestro amado Jesucristo oró por nosotros al Padre

en Juan 17, pronunció estas palabras de Vida declarando

que la santidad proviene de la Verdad y la Palabra de Dios

es verdad. Jesús se Santificó a sí mismo para que nosotros pudiéramos ser santificados en la verdad
 (Juan 17:19). 

La Santidad es lo que nos identifica como Hijos de Dios,

y como coherederos del reino con Cristo Jesús.

La santidad es lo que nos distingue de todo aquel que está

en el mundo, y ama las cosas del mundo. 

La santidad es lo único que puede desencadenar la unidad

de la Iglesia en el Espíritu Santo. “Mas no te ruego solamente

por éstos, sino también por los que han de creer en mí

por medio de la palabra de ellos,
 PARA QUE TODOS SEAN UNO; Yo en ellos y tú en mí,

para que sean perfectos en unidad, para que el muno conozca

que tú me enviaste y que los has amado a ellos como también 
a mí me has amado.” Juan 17:20 y 23 




Una vez más, la santidad está ligada al Amor de Dios, y al cuerpo de Cristo.

La única manera de vivir en santidad es por medio de la ayuda del espíritu Santo de Dios: 
EL AMOR DE DIOS SOBRE NOSOTROS. 


Sin el amor de Dios no podemos hacer nada. Dios es un Dios de amor,
 y si le pedimos amor en abundancia para nuestro prójimo, familiares, amigos, esposos, sacerdoteses, hermanos en la fe, y hasta nuestros perseguidores, Dios hará.

Por medio del amor, Dios actúa en nosotros trayéndonos la fuerza necesaria para vivir

en Santidad por medio del amor de Dios para nosotros, a través de nosotros, y en nosotros. 


“El que dice que permanece en él, debe Andar como EL ANDUVO” 
1° Juan 2:6 “Apartaos de toda especie de mal” 1° Tes. 5:22 
La santidad tiene propósitos multiformes dentro de la multiforme Gracia de Dios

para con nosotros: Es un arma de defensa, pues Satanás no puede atacar, tocar,

acercarse, robar, matar o destruir a un hijo de Dios que vive en Santidad,

pues la Santidad “repele” al enemigo.


Sirve para Testimonio, pues una persona que ha conocido a Jesucristo como su Salvador,

y que ha sido tocada y transformada, ha dedicado su vida a aquél que tanto le amó

que le salvó; da testimonio del poder de Dios para transformar las vidas, y de ese deseo

que viene de la mano de Jesucristo en nosotros, que es vivir en santidad 
y agradarle a El, Servirle a El con todo nuestro ser; El testimonio es un ARMA,

otra vez, para vencer a Satanás y su obra en nosotros.


“Y ellos le han vencido, por medio de la Sangre del cordero 
y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron su vida
 hasta la muerte” Apocalipsis 11:12




A A DONDE MANDES...IREMOS

SOS-SOPLO DE SANTIDAD

LO QUE NOS PIDAS HAREMOS

LO QUE NOS PIDAS...HAREMOS

       A DONDE MANDES IREMOS . . .


MINISTERIO CATÓLICO MISIONERO DE EVANGELIZACIÓN

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​​​       SOS-SOPLO DE SANTIDAD


Además, la Santidad es el medio que une, es la goma que pega al cuerpo de Cristo,

su Iglesia, es el sello que nos caracteriza por haber sido hechos hijos de Dios,

es lo que toda iglesia y denominación  cristiana debe tener, es lo que todo Cristiano comprometido con Jesús debe practicar cada día, para poder caminar en armonía

dentro del cuerpo de Cristo; solo una persona que vive en Santidad es capaz 
de escuchar la dulce voz de Jesús, y seguirla; obedecer a esa voz y hacer la perfecta

voluntad de Dios para nosotros en lo individual, y para nosotros en el cuerpo de Cristo;

Cuando caminamos en armonía dentro del cuerpo de Cristo, que es su iglesia,

ponen a temblar a Satanás, pues no podemos olvidar que Jesucristo vino a
 DESHACER LAS OBRAS DEL DIABLO.


“Como aquel que os llamó es santo, sed también ustedes santos  en toda vuestra

manera de vivir, porque escrito está: 
SED SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO”

1a Pedro 1:15-16


 “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual, NADIE VERA AL SEÑOR”

Hebreos 12:14 


“Así que amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación

de carne y espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”

2a Corintios 7:1 


La palabra de Dios es clara. Jesucristo viene por su iglesia, 
y si la iglesia no es santa, no verá al Señor.