Evangelio


Lectura del santo evangelio según san Mateo


(11,25-30):




En aquel tiempo, exclamó Jesús:

«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido

estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla.

Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre,

y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo,

y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.

Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón,

y encontraréis vuestro descanso.

Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»




Palabra del Señor














































ACTO DE CONTRICCIÓN 




Sagrado Corazón de Jesús, que en el divino sacramento de la Eucaristía estás vivo 

e inflamado de amor por nosotros, aquí nos tienes en tu presencia, pidiéndote perdón 

de nuestras culpas e implorando tu misericordia. Nos pesa, oh buen Jesús,

el haberte ofendido. Tú eres tan bueno que no mereces esa ingratitud. 

Concédenos luz y gracia para meditar tus virtudes y formar, según ellas, 

nuestro humilde corazón. AMÉN. 


Se hace aquí la meditación correspondiente a cada día del mes de junio.




El Sagrado Corazón, modelo de obediencia 


1.-


El Sagrado Corazón de Jesús es modelo

de la más perfecta obediencia.  


Para dar ejemplo, bajó del cielo y se encarnó de la Virgen María.  Toda su vida mortal

puede resumirse en una sola palabra: obediencia.  Es Rey de los cielos y obedece.  

Es Dueño de todo lo creado y obedece.  Es Árbitro poderoso de cuanto existe y,

no obstante, obedece. ¿A quién obedece?  Además de la obediencia que continuamente presta al Padre celestial, aquellos a quienes obedeció fueron siempre criaturas

suyas y, por tanto, infinitamente inferiores a Él.  Le mandaba María,

le mandaba José, el juez impío, los crueles verdugos…  A todos obedeció.

 Hoy mismo, en el sacramento de la Eucaristía, obedece a la voz de sus ministros,

a quienes ha dado –en cierto modo– facultad de poderlo colocar en nuestros altares. Confusión de mi orgullosa independencia: a una criatura vil como soy yo,

le gusta mandar y hacer su propia voluntad, cuando Dios mismo le dio el ejemplo

más claro de la obediencia  Debería avergonzarme y aprender del Sagrado Corazón

la virtud de obedecer la voluntad de Dios y no a la mía.


Se medita unos momentos

 



Al terminar la meditación, se hace la siguiente… 



2.-


Oh, Señor, si toda tu vida fue obedecer, la mía ha sido una continua desobediencia.

Nunca he sabido hacer otra cosa más que rebelarme contra tu voluntad.  

Mi ley ha sido mi gusto; mi regla, los vanos antojos de mi corazón.

 Obedecías Tú, y yo, insolente, pretendo alzarme con el mando.  

Te hacías esclavo Tú y yo quiero darme aires de grandeza.

En mi vida he levantado tronos y altares, pero no han sido para Ti,

sino para dar culto a mi ambiciosa arrogancia.  ¿Qué freno hubo que me contuviera?  

¿Qué barda me pusiste que yo no saltara?  

¿Qué mandamiento me dictaste que yo no rompiera?

Siervo rebelde, mal súbdito, hijo egoísta e indigno de la herencia de tan buen Padre…  Perdóname, Jesús mío; perdona al extraviado que, arrepentido,

vuelve a tu casa.  Manda, Señor, que a mí me toca obedecer.  Prometo, desde hoy,

obediencia a tu ley, a tus enseñanzas, a tus ministros y a mis superiores.
¿Deseas conocer a fondo la inagotable paciencia del Corazón de Jesús?  

Mira cómo se dignó manifestarse a su devota santa Margarita, herido por la lanza,

coronado de espinas, con la Cruz clavada en su pecho.

 Esas son las insignias del Sagrado Corazón; su escudo de armas.  

Se diría que para eso vino al mundo: para padecer. En su existencia en la tierra

padeció dolores muy crueles tanto en su cuerpo como en su alma.

 En su cuerpo, pobreza, persecución, azotes, 




Se medita y se pide una gracia particular para este día



Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria, en recuerdo 

de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza, con que se apareció

el Sagrado Corazón a santa María Margarita Alacoque. Luego, se rezan las…




LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS




          -Señor, ten piedad de nosotros.            R./lo mismo en cada uno                                            

          -Cristo, ten piedad de nosotros.

          -Señor, ten piedad de nosotros.

          -Cristo, óyenos. 

          -Cristo, escúchanos.    


          -Dios, Padre Celestial,                      R./ ten piedad de nosotros ...en cada uno                   

          -Dios Hijo, Redentor del mundo, 

          -Dios, Espíritu Santo,

          -Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, 

          -Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, 

          -Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo, 

          -Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios, 

          -Corazón de Jesús, de infinita majestad, 

          -Corazón de Jesús, templo santo de Dios,

          -Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo,

          -Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, 

          -Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, 

          -Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor, 

          -Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, 

          -Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, 

          -Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, 

          -Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, 

          -Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros

           de la sabiduría y de la ciencia,

          -Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la divinidad, 

          -Corazón de Jesús, en quien el Padre se complace,

          -Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido,

          -Corazón de Jesús, deseado de las eternas colinas,

          -Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia, 

          -Corazón de Jesús, generoso para todos los que te invocan,

          -Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad, 

          -Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, 

          -Corazón de Jesús, colmado de oprobios, 

          -Corazón de Jesús, triturado por nuestros pecados,

          -Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, 

          -Corazón de Jesús, traspasado por una lanza,

          -Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo, 

          -Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,

          -Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,

          -Corazón de Jesús, víctima por los pecadores, 

          -Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, 

          -Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren,

          -Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, 


          -Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,   R./ Perdonanos Señor

          -Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,    R./Escúchanos Señor

          -Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,    R./ten piedad de nosotros

         -Jesús, manso y humilde de Corazón,       R./Haz nuestro corazón semejante al tuyo.  





 ORACIÓN FINAL 



Oh, Dios todopoderoso y eterno, mira en el Corazón de tu amadísimo Hijo 

las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece, 

y concede el perdón a estos hijos tuyos que piden misericordia en el nombre 

de tu mismo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, el cual vive y reina contigo

en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.Amén






























Oración de Ofertorio


Señor Dios nuestro:
Tu Hijo Jesús se entregó a sí mismo totalmente a ti
y se nos da ahora a nosotros 
en esta celebración eucarística. 
Danos la gracia de aprender de él 
a ayudar a otros a llevar sus cargas y cruces
y a despertar y activar lo mejor que hay en ellos;
y que nuestro amor sea tan fiel y gratuito como el suyo, 
para que él viva entre nosotros 
ahora y por los siglos de los siglos.

Introducción a la Plegaria Eucarística
Es una gracia inmensa para nosotros poder unirnos a Jesús nuestro Señor

en gratitud al Padre por todo su amor.

Introducción al Padrenuestro
Oremos a Dios nuestro Padre, 
la fuente y el poder de todo amor, 
con las palabras de Jesús nuestro Señor.
R/ Padre nuestro…


​Líbranos, Señor
Líbranos, Señor, de todos los males y guárdanos de todo pecado
por el que rehusamos darte una respuesta de amor agradecido. 
Danos la paz que procede de vivir en tu amistad y ayúdanos a trabajar constantemente 
por el crecimiento de tu reino;que es reino de amor y justicia, y así preparar la venida gloriosa

entre nosotros de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Oración Colecta


Demos gracias a Dios, nuestro Padre,
por el infinito amor que nos ha mostrado
en el Corazón de su Hijo Jesús.
(Pausa)
Oh Dios Padre, Dios con corazón:
Tú has hecho visible tu amor en tu Hijo, 
hombre como nosotros excepto en el pecado,
y por medio de él te has unido a nosotros
con un vínculo de amor fiel.
Acepta nuestra acción de gracias
y ayúdanos a reflexionar sobre tu mismo amor,
para que, como tú y como tu Hijo Jesús,
no tengamos miedo de mostrar 
afecto y preocupación por nuestros hermanos
y de prestarles generoso servicio
aunque el hacerlo nos traiga inconvenientes.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

Primera Lectura 


(Dt 7,6-11):


La Iniciativa de Amor de Dios


Esta es la verdad fundamental: La iniciativa de amor arranca de Dios. Su amor es gratuito y fiel.

El pueblo de Dios está llamado a dar una respuesta libre y gratuita al amor recibido gratuita

y generosamente.


Segunda Lectura


 (1 Jn 4,7-16):


Dios Nos Amó Primero


La primera carta de Juan repite y profundiza el mensaje del Antiguo Testamento:

Todo amor proviene de Dios, ya que Dios es amor. Su amor nos impulsa a entregarnos unos a otros. Si no nos amamos mutuamente, el amor de Dios no puede morar en nosotros.

Evangelio


 (Mt 11,25-30):


Solamente los Humildes Están Abiertos al Humilde Jesús
¿Quiénes comprenden y aceptan a Jesús y su Buena Noticia de amor? No los auto-suficientes

y los soberbios, que confían en sus propios éxitos, sino los humildes, que son conscientes

de la pobreza de sus propios corazones.


Salmo responsorial


Sal 102,1-2.3-4.6-7.8.10

R/. La misericordia del Señor dura siempre,
para los que cumplen sus mandatos

Bendice, alma mía, al Señor, 
y todo mi ser a su santo nombre. 
Bendice, alma mía, al Señor, 
y no olvides sus beneficios. 
R/. 

Él perdona todas tus culpas 
y cura todas tus enfermedades; 
él rescata tu vida de la fosa 
y te colma de gracia y de ternura. 
R/. 

El Señor hace justicia 
y defiende a todos los oprimidos; 
enseñó sus caminos a Moisés 
y sus hazañas a los hijos de Israel. 
R/. 

El Señor es compasivo y misericordioso, 
lento a la ira y rico en clemencia. 
No nos trata como merecen nuestros pecados 
ni nos paga según nuestras culpas. 
R/.




DIA 3

Introducción a la Comunión
Éste es Jesucristo, el Señor, 
el Hijo del Dios vivo y lleno de amor,
que nos mostró cuánto nos ama Dios Padre
por el Espíritu Santo.
Por medio de él hemos creído 
que Dios está cerca de nosotros.
Dichosos nosotros de recibirle en comunión.
R/ Señor, no soy digno…

Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tu amor latió en un corazón humano
cuando tu Hijo vivió entre los hombres
y fue uno de nosotros.
Ayúdanos a llegar a ser uno con él
y danos corazones tan sabios como el suyo.
Que, como él, amemos con preferencia
a los menos amados, 
mucho más necesitados de amor.
Que sepamos llevarles un poco de tu calor
y amar en ellos a quien es nuestro Señor
ahora y por los siglos de los siglos.

Bendición
Hermanos: Ya que Dios nos amó antes de que nosotros pudiéramos amarle, 
que nuestra vida cristiana sea un himno de gratitud a su iniciativa de amor. 
Pidamos a Dios que nos bendiga y que llene y enriquezca la pobreza de nuestro amor. Que el Dios de amor nos bendiga

a todos: el Padre, que es la fuente de todo amor, el Hijo que nos mostró su amor hasta la muerte, y el Espíritu Santo,

que perfecciona el amor. Y que esta bendición, en la fiesta de la Trinidad, permanezca para siempre.

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DEVOCION AL SAGRADO CORAZON


DE JESUS

Segunda lectura


Segunda Lectura


Lectura de la primera carta del apóstol san Juan

(4,7-16):

Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama

ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios,

porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios

envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor:

no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó

y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación para nuestros pecados.

Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.

A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros

y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.

En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros:

en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que

el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo.

Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.

Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.

Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él.

Palabra de Dios

Liturgia Viva del Sagrado Corazón de Jesús


Viernes, 3 de junio de 2016


SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Dios Nos Amó Primero

Saludo (Ver Segunda Lectura)
Dios nos amó con amor infinito
antes de que nosotros pudiéramos amarle a él.
Nos envió a su Hijo como nuestro Salvador
y nos hizo partícipes de su Santo Espíritu.
Que este amor de Dios esté siempre con ustedes.

Introducción por el Celebrante
Cuando celebramos la fiesta del Sagrado Corazón, o siempre que honramos al Corazón de Jesús, celebramos el amor que Dios Padre nos mostró en su Hijo. Por pura iniciativa suya, Dios Padre, fuente y origen de todo auténtico amor, nos busca y se nos da a sí mismo. ¿Y quiénes se abren a su amor? No los auto-satisfechos y autosuficientes, porque no sienten necesidad ni de Dios ni de los hombres. Su orgullo les impide aceptar el amor. Pero, por el contrario, los débiles y humildes pueden abrirse

al amor de Dios, porque son conscientes de la pobreza de su amor; saben que son frágiles

y vulnerables. --- Dios busca nuestra respuesta de amor. Esta respuesta debe incluir necesariamente el que mostremos a los que viven con nosotros un poco del calor del amor que recibimos de él. Deberíamos permitir a los hermanos acercarse a nosotros, como Cristo dejaba a todos acercarse

a sí para aliviar sus cargas.



Lecturas del Sagrado Corazón de Jesús


Viernes, 3 de junio de 2016

Primera lectura


Lectura del libro del Deuteronomio (7,6-11):

En aquellos días, Moisés habló al pueblo, diciendo:

«Tú eres un pueblo santo para el Señor, tu Dios: él te eligió para que fueras,

entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad.

Si el Señor se enamoró de vosotros y os eligió, no fue por ser vosotros

más numerosos que los demás, pues sois el pueblo más pequeño,

sino que, por puro amor vuestro, por mantener el juramento

que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto con mano fuerte

y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto.

Así sabrás quebel Señor, tu Dios, es Dios: el Dios fiel que mantiene su alianza

y su favor con los que lo aman y guardan sus preceptos, por mil generaciones.

Pero paga en su persona a quien lo aborrece, acabando con él.

No se hace esperar, paga a quien lo aborrece, en su persona.

Pon por obra estos preceptos y los mandatos y decretos

que te mando hoy.»

Palabra de Dios







​​​       SOS-SOPLO DE SANTIDAD

​​​​



MINISTERIO CATOLICO MISIONERO DE EVANGELIZACION 

​​

​​​​











​​




LO QUE NOS PIDAS...HAREMOS

       A DONDE MANDES IREMOS . . .


A A DONDE MANDES...IREMOS

SOS-SOPLO DE SANTIDAD

LO QUE NOS PIDAS HAREMOS

MINISTERIO CATÓLICO MISIONERO DE EVANGELIZACIÓN




Acto Penitencial


¿Estamos abiertos nosotros al amor de Dios?
¿Qué dispuestos estamos a compartir amor con otros y a recibirlo de ellos?
Antes de celebrar esta eucaristía hagámonos estas preguntas en la presencia de Dios

y de los hermanos.
(Pausa)

Señor, con frecuencia estamos tan pegados de nosotros mismos que no prestamos atención

a tu amor.R/ Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo Jesús, de algún modo nos sentimos molestos cuando la gente intenta ayudarnos, porque

eso nos recuerda que dependemos de otros, que no somos auto-suficientes.
R/ Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, con frecuencia no tenemos tiempo para los hermanos porque tampoco reservamos tiempo para ti.R/ Señor, ten piedad de nosotros.

Que Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados,

sobre todo contra el amor, y nos lleve a la vida eterna.


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Oración de los Fieles


Oremos a Jesucristo, Señor nuestro, cuyo amor de entrega no tiene límites, y digámosle:

R/ Quédate con nosotros, Señor.

Señor, te pedimos por tu Iglesia. Que sea una comunidad donde las personas se encuentren

como amigos y hermanos, y se entreguen unas otras en servicio y amor, y así te decimos:

R/ Quédate con nosotros, Señor.
Señor, te pedimos por todos los que tienen la misión de proclamar tu evangelio. Que sepan proclamar tu palabra como Buena Noticia de amor y alegría para todos los hombres,

y así te decimos: R/ Quédate con nosotros, Señor.
Señor, te pedimos por los que se encuentran solos, por los desorientados y perdidos en la vida. Que ojalá encuentren hermanos que les lleven tu luz y tu amor, y así te decimos: R/ Quédate con nosotros, Señor.
Señor, te pedimos por los que se encierran en sí mismos, atrapados en muros de superioridad, soberbia, lujuria, avaricia y rencor. Tócales el corazón con tu Espíritu de amor, para que se abran de nuevo a sus hermanos y aprendan de nuevo a apreciar, servir y amar a todos,
y así te decimos: R/ Quédate con nosotros, Señor.
Señor, te pedimos por nuestras familias y hogares, para que todos los que vivimos

bajo el mismo techo compartamos armoniosamente unos con otros nuestras penas y alegrías, seamos pacientes y vivamos los unos para los otros, y así te decimos:

R/ Quédate con nosotros,

Señor.Escucha nuestra oración, Señor, y danos un corazón bueno y generoso para los demás,

para que construyamos comunidad y vivamos en tu amor, ahora y por los siglos de los siglos.